Ganó, goleó, gustó. Un River “mixto”, con un doblete de Matías Suárez, vapuleó 3-0 en el Monumental a un inexpresivo Lanús sin despeinarse, o en todo caso, solo se despeinó para asfixiar al “Granate” en su propio campo y reducirlo a su mínima expresión en esta segunda fecha de la Superliga.
En seis minutos, el “Millonario” resolvió la historia, en ese breve lapso que fue del penal convertido por Rafael Santos Borré, a los 23 minutos, y la definición de zurda de Suárez, a los 29. El ex Belgrano, una de las figuras del partido, cerró la cuenta a los 87, de cabeza.
En una tarde-noche redonda para los hinchas locales, el equipo de Marcelo Gallardo se reencontró con la victoria luego de esa racha de cuatro empates consecutivos (más allá de sendos triunfos en definición por penales ante Gimnasia de Mendoza y Cruzeiro) de arranque de temporada.
Y también con los goles: había marcado solo dos en cuatro partidos, frente a Lanús llegaron tres, y como mínimo debieron ser cuatro, si Nicolás de la Cruz no hubiera decidido infantilmente “picar” un penal, detenido con facilidad por Agustín Rossi.
Lucas Pratto, Javier Pinola y Leo Ponzio, preservados en función de futuras batallas, no fueron extrañados en la fría noche de Núñez: River fue superior de principio a fin, con participación estelar de Ignacio Fernández y Enzo Pérez, y Suárez, claro, quien volvió a ser el de su primer semestre en el “Millonario”.
El penal de Ezequiel Muñóz a Suárez, convertido por un seguro Borré con un remate a la izquierda del arquero, patentó en el marcador la superioridad en el juego. Fue tan flojo lo de Lanús, que durante todo el primer tiempo solo remató una vez al arco del espectador Franco Armani. Jorge Carrascal, a quien Gallardo le dio esta vez 45 minutos en cancha, combinó con “Nacho” Fernández y este habilitó a Suárez, quien definió ajustado al palo, para el 2-0 antes de la media hora-
El complemento prácticamente estuvo de más. O en todo caso, estuvo dado para que River diera forma a una goleada ante un rival que no levantó con los ingresos de Darío Cáceres, Nicolás Orsini y Pedro de la Vega.
Lo tuvo Fernández dos veces, Robert Rojas casi marca de cabeza, a Borré se la sacó Rossi, y así siguieron otras tres o cuatro chances netas que transformaron al arquero –el más silbado por su pasado, junto a José Sand, “ausente sin aviso”- en figura de su equipo.
De la Cruz, en tanto, se mandó un “macanón” a los 65: no había sido falta sobre él, se “peleó” con Borré acerca de la ejecución, y “picó” un penal que fue hacia donde se había recostado Rossi, ante la incredulidad general.
El cabezazo goleador de Suárez, a la salida de un córner, decretó un tanteador algo más fiel, aunque River podría haberle encajado una media docena a un conjunto de Luis Zubeldia que de no mejorar seguramente peleará por no descender. Para colmo, el “Granate” deberá pagarle al “Millonario” 500.000 pesos por haber incluido a Carlos Auzqui, quien casi no la tocó.
Fue, en definitiva, un buen debut para el nuevo sponsor en la camiseta con la "Banda Roja": al igual que la empresa, River voló ante Lanús y ya suma cuatro puntos en dos partidos en el certamen local.
Más aún, River fue el River que quería Gallardo, el que el entrenador preanunciaba. Y su gente, como lo indicaron los cantos predominantes, no solo festejó una goleada, sino el pase a cuartos de la Copa Libertadores conseguido en Belo Horizonte en la semana y la serie semifinal con Boca que se levanta en el horizonte, con escalón previo en el Superclásico del 1 de septiembre, por Superliga.